CONOZCA SU HARDWARE - logo

TEMAS RELACIONADOS


¿Qué es... una impresora?

El USB: uno para todos...

ACTUALIZACIONES
TOP SECRET
DICCIONARIO
PRESENTE
FUTURO
Indice
Sugerencias
Ofertar trabajo
El autor

La información de las presentes páginas es material registrado por Juan Herrerías Rey; se prohibe su distribución sin el consentimiento expreso del autor.
Todas las marcas están registradas por sus respectivos propietarios.
Para más detalles legales, pulse en el siguiente icono

Derechos

 

¿Qué es... un escáner?


Conectores: ¿paralelo o SCSI?

Esta es una de las grandes preguntas que debe hacerse todo futuro comprador de un escáner. La forma de conectar un periférico al ordenador es siempre importante, pues puede afectar al rendimiento del dispositivo, a su facilidad de uso o instalación... y fundamentalmente a su precio, claro.

Puerto paralelo

Es el método más común de conexión para escáners domésticos, entendiendo como tales aquellos de resolución intermedia-alta (hasta 600x1.200 ppp, pero más comúnmente de 300x600 ó 400x800 ppp) en los que la velocidad no tiene necesidad de ser muy elevada mientras que el precio es un factor muy importante.

El puerto paralelo, a veces denominado LPT1, es el que utilizan la mayor parte de las impresoras; como generalmente el usuario tiene ya una conectada a su ordenador, el escáner tendrá dos conectores, uno de entrada y otro de salida, de forma que quede conectado en medio del ordenador y la impresora. Como primer problema de este tipo de conexión tenemos el hecho de que arbitrar el uso del puerto paralelo es algo casi imposible, por lo que en general no podremos imprimir y escanear a la vez (aunque para un usuario doméstico esto no debería ser excesivo problema).

De cualquier modo, debemos tener presente el hecho de que para obtener una velocidad razonable, el puerto debe estar configurado en los modos ECP o EPP (dependiendo del escáner en concreto), lo cual se selecciona generalmente en la BIOS. El problema aparece cuando el ordenador que queremos conectar es algo antiguo y no puede configurar el puerto más que en el antiguo estándar, 10 veces más lento (como ocurre con los primeros 486 e inferiores), o cuando surgen conflictos con otros dispositivos que tengamos conectados al puerto paralelo, como unidades Zip o algunas impresoras modernas.

En estos casos puede merecer la pena comprar una tarjeta controladora nueva que sustituya al puerto actual o bien que añada un segundo puerto (que será LPT2); estas tarjetas controladoras de dispositivos, llamadas también de I/O, son baratas pero en ocasiones difíciles de encontrar por estar en la actualidad integradas en la placa base.

Conector SCSI

Escáner SCSI tamaño DIN-A3, de la marca Mustek

Sin lugar a dudas, es la opción profesional. Un escáner SCSI (leído "escasi") es siempre más caro que su equivalente con conector paralelo, e incluso muchos resultan más caros que modelos de mayor resolución pero que utilizan otro conector. Debido a este sobreprecio no se fabrican en la actualidad escáners SCSI de resolución menor de 300x600 ppp, siendo lo más común que las cifras ronden los 600x1.200 ppp o más.

La utilidad de la conexión SCSI radica en dos apartados: velocidad y pocos requisitos de microprocesador. Lo primero es fácil de entender: la interfaz SCSI puede transmitir de 5 a 80 MB/s, dependiendo del estándar SCSI en concreto, mientras que el puerto paralelo a duras penas supera 1 MB/s (y eso en los modos "avanzados" ECP o EPP). Si como vimos antes una imagen A4 puede ocupar 25 MB o más, resulta evidente que un escáner SCSI es la opción a utilizar para escanear imágenes grandes con una cierta resolución y calidad de color.

La otra cualidad de SCSI incide también en la velocidad, aunque de otra forma. No se trata sólo de que se puedan transmitir 10 ó 20 MB/s, sino que además dicha transferencia se realiza sin que el microprocesador realice apenas trabajo; esto permite ir escaneando imágenes mientras realizamos otras tareas, agilizando mucho el trabajo. En un escáner paralelo resulta muy normal que mientras se realiza el escaneado el rendimiento del ordenador baje tanto que no merezca la pena intentar hacer nada hasta que haya finalizado el proceso.

Pero como no todo van a ser ventajas en esta vida, los escáners SCSI (y en general todos los dispositivos SCSI) tienen una carga: su precio elevado, justificable por el aumento de prestaciones que suponen y por la necesidad de incluir una tarjeta controladora SCSI, ya que muy pocos ordenadores traen una incorporada (mientras que todos tienen puerto paralelo). Para economizar un poco, en muchas ocasiones dicha tarjeta es un modelo de prestaciones reducidas, capaz de controlar únicamente el escáner y no los 7 ó 15 dispositivos que pueden manejar las tarjetas normales.

Puerto USB

Esto es lo último en escáners; tanto, que hace un año sencillamente no existía ningún escáner en el mercado con este tipo de conexión. Los puertos USB están presentes en la mayoría de ordenadores Pentium II o AMD K6-2, así como en algunos de los Pentium MMX más modernos; si quiere una explicación en profundidad de en qué consiste este tipo de interfaz consulte en el margen los Temas relacionados, ya que aquí sólo vamos a comentar las principales ventajas que ofrece frente al puerto paralelo o el SCSI.

En general podríamos decir que los escáners USB se sitúan en un punto intermedio de calidad/precio. La velocidad de transmisión ronda los 1,5 MB/s, algo más que el puerto paralelo pero bastante menos que el SCSI; la facilidad de instalación es casi insuperable, ya que se basa en el famoso Plug and Play (enchufar y listo) que casi siempre funciona; todos los ordenadores modernos tienen el USB incorporado (los Pentium normales ya son antiguos... ¡qué se le va a hacer!!); y además dejan el puerto paralelo libre para imprimir o conectar otros dispositivos.

Se trata, en fin, de una solución claramente enfocada al usuario doméstico u oficinista, lo que se nota en su precio, sólo algo por encima del de los escáners de puerto paralelo. En realidad dicha diferencia de precio no debería existir, ya que fabricar un escáner de uno u otro tipo cuesta prácticamente lo mismo, pero al ser una tecnología reciente nos cobran la novedad; es de suponer que dentro de unos meses cuesten lo mismo que los de puerto paralelo, que probablemente acaben por desaparecer en unos años.

La interfaz TWAIN

Aunque se trata de un tema que compete estrictamente al software (los programas), no viene mal comentar brevemente en qué consiste este elemento. Se trata de una norma que se definió para que cualquier escáner pudiera ser usado por cualquier programa de una forma estandarizada e incluso con la misma interfaz para la adquisición de la imagen.

Si bien hace unos años aún existía un número relativamente alto de aparatos que usaban otros métodos propios, hoy en día se puede decir que todos los escáners normales utilizan este protocolo, con lo que los fabricantes sólo deben preocuparse de proporcionar el controlador TWAIN apropiado, generalmente en versiones para Windows 9x, NT y a veces 3.x. Desgraciadamente, sólo los escáners de marca relativamente caros traen controladores para otros sistemas operativos como OS/2 o Linux, e incluso en ocasiones ni siquiera para Windows 3.x o NT; la buena noticia es que la estandarización de TWAIN hace que a veces podamos usar el controlador de otro escáner de similares características, aunque evidentemente no es un método deseable...

Dejando aparte las librerías DLL y otros temas técnicos, la parte que el usuario ve del estándar TWAIN es la interfaz de adquisición de imágenes. Se trata de un programa en el que de una forma visual podemos controlar todos los parámetros del escaneado (resolución, número de colores, brillo...), además de poder definir el tamaño de la zona que queremos procesar.

Interfaz TWAIN de adquisición de imagen

Si la fidelidad del color es un factor de importancia, uno de los parámetros que probablemente deberemos modificar en esta interfaz es el control de gamma, para ajustar la gama de colores que capta el escáner con la que presenta nuestro monitor o imprime la impresora. Le recomiendo que busque en la documentación del escáner para más información.

El OCR

Se trata de una de las aplicaciones más comunes de los escáners. OCR son las siglas de Optical Character Recognition, reconocimiento óptico de caracteres, o con una descripción más sencilla: cómo hacer para enseñar a leer al ordenador.

Si pensamos un poco en el proceso de escaneado que hemos descrito anteriormente, nos daremos cuenta de que al escanear un texto no se escanean letras, palabras y frases, sino sencillamente los puntos que las forman, una especie de fotografía del texto. Evidentemente, esto puede ser útil para archivar textos, pero sería deseable que pudiéramos coger todas esas referencias tan interesantes pero tan pesadas e incorporarlas a nuestro procesador de texto no como una imagen, sino como texto editable.

Lo que desearíamos en definitiva sería que el ordenador supiera leer como nosotros. Bueno, pues eso hace el OCR: es un programa que lee esas imágenes digitales y busca conjuntos de puntos que se asemejen a letras, a caracteres. Dependiendo de la complejidad de dicho programa entenderá más o menos tipos de letra, llegando en algunos casos a interpretar la escritura manual, mantener el formato original (columnas, fotos entre el texto...) o a aplicar reglas gramaticales para aumentar la exactitud del proceso de reconocimiento.

Para que el programa pueda realizar estas tareas con una cierta fiabilidad, sin confundir "t" con "1", por ejemplo, la imagen que le proporcionamos debe cumplir unas ciertas características. Fundamentalmente debe tener una gran resolución, unos 300 ppp para textos con tipos de letra claros o 600 ppp si se trata de tipos de letra pequeños u originales de poca calidad como periódicos. Por contra, podemos ahorrar en el aspecto del color: casi siempre bastará con blanco y negro (1 bit de color), o a lo sumo una escala de 256 grises (8 bits). Por este motivo algunos escáners de rodillo (muy apropiados para este tipo de tareas) carecen de soporte para color. 

El equipo necesario

No podemos terminar esta explicación sobre los escáners sin dar unas nociones acerca del hardware imprescindible para manejarlos (y el recomendable, que como siempre es superior a éste... y más caro).

Actualmente, gracias a los formatos de archivo con compresión el almacenaje de las imágenes está totalmente solucionado, sobre todo en esta época de discos duros de 2 GB y más; el problema irresoluble es la memoria RAM necesaria para presentar las imágenes en la pantalla y tratarlas o imprimirlas.

Como hemos dicho en varias ocasiones, no es raro que una imagen ocupe en memoria 25 MB o más; por tanto, en el momento en que superemos la memoria físicamente instalada en el ordenador (hoy en día 32 ó 64 MB, aunque hasta hace bien poco eran 16 MB o incluso menos) el ordenador hará uso de la memoria virtual, que no es sino memoria imitada gracias al disco duro. El problema es que esta "memoria falsa" es muchos miles de veces más lenta que la RAM, lo que puede eternizar el proceso, además de poner al límite de su resistencia al muy inestable Windows 95 (y a su hermano mayor el bastante inestable 98).

Por todo esto, para trabajar con un escáner resulta imprescindible tener al menos 16 MB de RAM, siendo absolutamente necesario llegar hasta los 32 MB si vamos a trabajar habitualmente con originales en color en formatos que superen los 10x15 cm. Y si nuestro objetivo pasa por escanear imágenes A4 o mayores a altas resoluciones (600x600 ppp o más) y luego tratarlas en el ordenador (por ejemplo para autoedición, trabajos de imprenta digitales o pasar a formato electrónico planos de arquitectura o ingeniería), el mínimo absoluto son 64 MB.

Por lo demás, el ordenador no necesita unas prestaciones elevadas; puede bastar con un microprocesador 486, aunque teniendo en cuenta que el tratamiento digital de imágenes es un proceso que aprovecha bastante cualquier aumento de potencia en este sentido. Sea razonable, si se compra un escáner de 15.000 pts no necesitará un Pentium II, pero si se lo compra de 50.000 pts no lo conecte a un ordenador que cueste menos que el escáner...


Volver